miércoles, 13 de junio de 2018

No Hay Lugar para el Olvido - Capitulo XV

Una semana después...


Estaba recuperándome de mis heridas en el Hospital General, cuando mis tres amigos fueron a visitarme... Valery estaba feliz del brazo de Frank, con una gran noticia. Se casarían en 2 meses más y de paso me estaban entregando la invitación a la boda. Erick abriría una tienda en el centro y de paso una nueva línea de negocios, seguridad. Lo divertido es que fue a mi sala para contratarme como su asesor de seguridad privada de manera regular... al menos mientras me recupere totalmente y se termine de arreglar el desastre de mi oficina. 

La otra buena noticia es que el banco no pudo comprobar la estafa de Chandler gracias a los vacíos legales y tampoco podrá perseguir judicialmente a los perpetradores, ya que ambos estaban muertos. Louie tuvo la genial idea de comprar las acciones a nombre de su esposa, convirtiéndose en la primera mujer accionista mayoritaria de una compañía de ferrocarriles. Prometió una serie de transformaciones con tal de mejorar la empresa.

Estábamos conversando y celebrando las buenas noticias, cuando el inspector Albrecht llegó.

- Joe - dijo mientras me lanzaba el dossier sobre la cama - me alegra verle en buen estado de salud
- Gracias, Inspector - respondí - ¿Que pasó con Gallard?
- Gallard está muerto - continuó Albrecht - lo encontraron muerto en una de las bodegas del muelle Antonietta, acribillado. 
- ¿lo vas a rotular como suicidio esta vez? - pregunté mientras lo hojeaba
- No, Joe. Esta vez no - Albrecht continuó - Gallard murió en un ajuste de cuentas entre mafiosos. A Gallard se le comprobó que usaba la empresa como fachada para el crimen organizado. La banda de Francesco se hizo cargo de él, pero tampoco podrá tener el control de la compañía. Chandler hizo un muy buen trabajo en repartir las acciones no solo entre su esposa, sino que entre personas comunes y corrientes, mientras que el banco se hizo del control de la otra mitad de la propiedad que tenía Gallard, como pago del préstamo que jamás iba a pagar.

Todos rieron. Más tarde, mis amigos me dejaron solo con Albrecht, por un momento. Conversamos un par de cosas más, hasta que tuvo que irse. Pero antes, le hice una pregunta.
 
- En el lugar, Gallard estaba acompañado de una mujer, vestía elegante, ropas negras, tacones, una cartera cara y un sombrero. Le disparé mientras huía y cayó al mar. ¿la encontraron?
- Buscamos en todo el muelle - respondió - encontramos varios cadáveres, pero no el de una mujer con las características que mencionas... en todo caso, no eres el único que la menciona. hubo un par de testigos que también la nombraron en el sitio del tiroteo, incluso el capital del SS Fullerton que estaba presente, indicó a que distancia estabas tu y ella. ¿estás seguro que le disparaste?



- Si, inspector - respondí - dos tiros
- Joe - continuó Albrecht desde la puerta de mi cuarto de hospital - basado en la informacion que nos dió el capitán del Fullerton, a la distancia donde estabas, y conociendo tu forma de disparar, era imposible que fallaras. Es probable que le hayas herido, pero no la mataste. No encontramos cadáver alguno.

En eso el doctor entró y me examinó... saldría de alta al día siguiente.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario