viernes, 31 de agosto de 2018

Un día cualquiera (Reflexion de Primavera)

Tratando de recordar los escritos que tenía en ese cuaderno, me topé con este que escribí justo un par de semanas después que Jacqueline (mi Amor de Invierno) se marchó para no volver y aún con el conflicto tanto interno como externo por mis sentimientos hacia Carla, vigente, entré en algo que los adolescentes llaman "depresión". Aquí les va.

"Camino a casa, en la micro, trato de escribir estas tristes líneas en las cuales quiero plasmar todo lo que siento ahora. Aprovechando el taco que hace que mi viaje sea más lento, me dedico a escribir y tratar de analizar lo que me pasa ahora en este momento. Es triste, darme cuenta que nada es eterno para mí. Veo a mis compañeros y sus relaciones estables, mientras yo, solo disfruto momentos que solo yo y nadie más que yo los vivo, sin poder compartirlos.

Sobre lo que me pasó ese día, luego de enterarme que Jacqueline se fue, sin siquiera despedirse y sentir esa espina clavarse tan fuerte en mi corazón que mis latidos por ella me duelen cada vez más, es la señal de que esto no iba a prosperar y la única solución que tuve ha sido aceptar el hecho de que ella no volverá, por más que lo desee y lo pida a los cielos. La respuesta es un categórico NO. Con mucho dolor tendré que aceptar la triste realidad y seguir adelante. Eso si, no la olvidaré jamás.

Por otro lado, Carla no me pesca. En todo caso, no es problema para mí. Me acostumbré a su rechazo al punto que ni siquiera me afecta. No será la primera ni la última vez que lo haga conmigo y eso ya me tiene sin cuidado. Lo absurdo de todo es que a pesar de ignorarlo, de bajarle el perfil, aún me duele.

El dolor me ha vuelto mas gruñón y cascarrabias, mas agresivo, más duro y quizás esa sea la causa por la cual le he devuelto, en parte, su hostilidad hacia mi, aun sin tener la intención de hacerlo. Pero lo evito por miedo a perderla y ganarme una enemiga acérrima. Aún a pesar de su hostilidad y del trato casi despectivo hacia mi, me dolería tener que decir algo que no es realmente lo que siento, solo por represalia y terminar definitivamente alejándola de mi para siempre. Eso sería mi fin y no me lo perdonaría jamás.

Llegado a este punto, me hago esta pregunta ¿Es el amor lo que causa esta reacción o es mi organismo, dentro de su total complejidad, el que activa este mecanismo de defensa frente al dolor? No he dejado de hacerme esta pregunta, pues siento que me estoy volviendo insensible, renunciando a todo lo que sea sentir amor. 

Como estoy metido en esta nebulosa, he decidido anestesiar mis sentimientos, apagarlos al menos por un tiempo. Mantener en coma artificial mi corazón, emular mis otros sentimientos, dejando esta labor a mi cabeza. Ocuparme de las cosas propias de mi edad, dejando de lado lo que siento, al menos hasta poder aclararme y ver realmente que es lo que de verdad siento.

A Jacqueline ya la perdí, como todas mis relaciones anteriores, simplemente se fue para no volver. Carla y su hostilidad hacia mi, bueno, ya no es novedad que tengamos que discutir por alguna tontera, no es mucho lo que pueda hacer. En fin son cosas con las que tengo que lidiar, con la esperanza de que ella sola se de cuenta de que mis sentimientos hacia ella no han muerto y que solo quiero que esta hostilidad termine. 

En fin, no responderé a sus ataques. Es más, los recibiré como quien enfrenta el pelotón de fusilamiento, como quien espera la muerte con los brazos abiertos, resignado a enfrentar mi destino. Es mi justo castigo, quizás, por no haber sido claro con mis sentimientos y lo merezco. Eso sí, mi amor por ella, no ha muerto.

Jose Cornejo
(1976 - 1994)"

P.S. He tenido que actualizar este escrito, ya que el café y la depre me trajeron nuevos antecedentes que no plasmé en el primer borrador.

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