lunes, 26 de marzo de 2018

Dejar atrás el pasado...

Es duro, penoso incluso hasta podría ser doloroso, pero tambien es gratificante tener que dejar atrás el pasado con la esperanza de que las cosas van a mejorar. La sola idea de tener que dejar lo viejo para recibir lo nuevo y lo mejorado te da una especie de anestesia para soportar el dolor. La conciencia de dejar atrás aquello que simplemente no fue y mirar hacia adelante, con la esperanza de nuevos sueños y nuevas historias sobre lo que será, me mantiene tranquilo a veces. La certeza de que solo yo y nadie mas que yo tiene el poder y la decisión de seguir adelante y que las oportunidades que me haga solo dependen de mi, me fortalece.

En este caso, dejar atrás el pasado, con la certeza de que aquí no hay nada más que hacer, nada más que pensar o reflexionar, que no vale la pena y seguir adelante, cuesta mucho. sobretodo cuando aun quedan preguntas sin responder, por muy absurdas que sean, pero en mi opinión merecen ser respondidas.

El saber que fue lo que salió mal, visto desde el otro lado del mostrador, conocer las razones desde la vereda de enfrente y tener "la otra versión" son muy útiles para conocer a la otra persona, saber que era lo que realmente quería, si era realmente la indicada, si los sentimientos eran mutuos o que la llevó a tomar esas decisiones, eso también me importa y mucho. Saber si vale la pena esperar un poco más o simplemente irse, para nunca más volver.

En la práctica, solo espero una respuesta con la cual yo pueda vivir el resto de mi vida, independiente si esa respuesta sea para bien o para mal. Que solo me diga lo que realmente siente, no me importa si es como amiga o enemiga. Solo saber el porqué su reacción, me hará entender si espero o simplemente me retiro...


Aunque a veces, las palabras sobran y solo basta recoger la maleta y caminar hacia el horizonte, mientras el sol se pone.

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