sábado, 2 de febrero de 2019

Recordando Amores pasados en un día de Playa

Durante el viaje relámpago a El Tabo a casa de Erick (uno de mis regulares), que se convirtió en una loca aventura por las rutas concesionadas de la V Región, que me cambiaron los caminos totalmente, me puse a pensar mientras conducía en dirección a lo desconocido. El aroma a mar y a eucaliptus, a medida que me acercaba a destino, me trajo recuerdos de días pasados, días en el que lo que mas me importaba era ser feliz, pero a la vez, estúpidamente achacado por no tener pareja.

Desde que tengo uso de razón que siempre fui algo "enamoradizo", pero nunca de muchas sino que de una. Mis verdaderas "andanzas" comenzaron en 4to Basico, cuando conocí a Paola Arias, con ella hicimos muy buenas migas, estudiabamos juntos e incluso hasta me dejó un "recuerdo" en un diccionario que le presté (era de la familia, pero me lo devolvió con ese recuerdo con su puño y letra) pero jamás tuve un amor de verano, ya que a pesar de que vivíamos relativamente "cerca" solo nos veíamos en el colegio. Cuando me cambié de casa en 1988, conoci a una vecina que fue una de mis grandes amigas, Daniela Bustamante, que incluso me enteré por "fuentes de confianza" que yo le gustaba tambien. pero nunca pasamos de primera base.

Lo penoso de todos los veranos era estar sólo un 14 de febrero. 14 de Febrero, solo y sin pareja mientras los demás eran felices, era desentonar. Era no estar "in" con el amor que estaba en el aire y todas las parejas inmersas en un ambiente tan dulce que mataría a un ejercito de diabéticos más rapido que una invasión gringa a Venezuela. Pero esa sensación de soledad, me servía incluso para desconectarme, sentarme en una roca o banca de plaza y mirar al mar o donde fuere, escuchar algo de música triste en el walkman mientras dibujaba o escribía algo. 

Pero no siempre fue así. Tuve un par de ocasiones en el que el 14 de Febrero no la pasé solo, pero al parecer fui preso de una maldición. Celebraba el 14 de febrero con mi polola y al tiempo después se rompía la relación por una estupidez. Conforme a mi tendencia al desastre, en vez de repararlo, simplemente lo empeoré. La situación ocurrió en dos ocasiones con dos chicas diferentes, bajo las mismas condiciones. Lo cual me lleva a hacerme esta pregunta: ¿Como es que le puede pasar a alguien 2 veces la misma situación?.

En fin, para mí esa fecha es solo cursilería barata (si, yo también fui cursi en algún momento) y por ende prefiero bajarle el perfil. Lo mejor será (si es que se puede esta vez) hacer lo que solía hacer en mis años oscuros, tomar el auto, viajar a Las Cruces, por la vía que conozco y contemplar esa puesta de sol, disfrutando una cerveza, mientras dibujo o escribo.





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