Finalmente llegué donde quería llegar,
El mar y su vaivén me dieron la bienvenida.
El lugar perfecto me abre las puertas
Finalmente, la soledad me hace compañía
La botella de whisky se abre
y su aroma invita a desahogarme
un vaso, un par de hielos y verlo caer como cascada
ante mi, un coctel invitando a olvidarla
El viento sopla suave sobre la arena y el mar
Su ruido se confunde con mi triste penar
Está helado? que importa!
El calor de ese buen licor me mantiene vivo
Encendiendo cada vez mas mis sentidos
y anestesiando el alma
mientras arranco estas espinas
que por muchos años llevé clavadas
Espinas de amor, desamor y desilusión
Resignado a perder, resignado a sufrir
Resignado a seguir adelante con mi mal vivir
Con esta condena a cuestas
De un amor no correspondido
Vaya sentencia que he recibido
Acusado por amar de verdad
A una mujer que no me merecía
Vaya condena que estoy pagando
A ser de su corazón y de su recuerdo, un exiliado.
Un cigarrillo diluye mis tristes pensamientos,
Y en su humo se desvanecen sus recuerdos
Sus cenizas las sopla el viento
Del mismo modo que se llevó mis besos
pensando que algún día en ti caerían
preguntando si un día de mi te acordarías
y si esos recuerdos una sonrisa te sacarían
y así sabrías cuanto te quiero
Que este amor siempre fue sincero
inoxidable e imperecedero
que ni el tiempo ni la distancia lo lograron borrar
que ni tu desidia ni rencor lo pudieron matar.
Pero tu locura pudo más, tu resentimiento fue mas fuerte
Condenando este inocente amor a una funesta suerte
De vivir vagando por la vida, como un fantasma
Que revive tus temores y tus traumas
Que alimenta tus odios y resentimientos
Que justifica tus argumentos pobres e injustificados
Que es la razón del porqué no me has enfrentado
y me dices las sin razones de ese odio parido
que me has adjudicado sin motivo.
En fin, la playa me espera
Los zapatos finalmente de mis pies fuera
Camino hacia el mar, con mi botella en la mano
los hielos se deshicieron en el vaso
del mismo modo que se deshacen
mis ilusiones de volver a encontrarte
y con un beso, volver a enamorarte
Solo me limito a escribir estos versos
En una croquera donde alguna vez dibujé mis sueños
Y ahora son el espacio mudo para este lamento,
Lamento que se convierte en un largo silencio.
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