miércoles, 27 de julio de 2022

Un lugar secreto

Recordaba cuando niño, veía cartoons como los pitufos, los meñiques, etc. y me imaginaba un mundo en donde nadie supiera de que estás, que vives oculto entre los recovecos de la casa, en algún tunel subterráneo, entre las paredes, en el jardín de la casa, oculto entre las plantas o incluso escondido en un rincón de algún mueble o armario, que se yo.

No sé a título de qué me da por pensar en ello, más ahora que estoy "más cerca de la vida eterna que de mi más tierna infancia", pero cada vez que veo algún recoveco en mi cuarto o veo ese jardín, pienso en ello.

Soñaba con volverme pequeño, al punto de que nadie me viera, ocultarme en algún rincón oscuro y vacío y ahi poder hacer lo que quisiera, vivir como quisiera, sin que tengan que meterse en mi vida, volverme tan pequeño que casi pasara desapercibido. Armaría mis cosas con lo que encuentre y la oscuridad sería mi refugio. O quizás tener un lugar lejos del mundo, retirado, ojalá con vista al mar, donde sentarme y disfrutar un atardecer, disfrutando una fría cerveza en verano o un café caliente en invierno. Podría dormir un poco más, salir a lugares sin que nadie me esté cuestionando, sin dar explicaciones, etc. 

Tener un lugar en donde estirar las piernas y mirar al cielo, ese que se ve más lindo despues de la lluvia, un lugar en donde pueda despertar y no tener que mirarle la cara a nadie. Un lugar en donde me sienta a gusto.

¿Por qué pienso esto? La razón: Las cosas que creí mejorarían, no han mejorado. Los cambios que me exigen son cada vez más duros y drásticos y veo como mi tranquilidad se diluye entre la batalla de evitar la pelea y enfrentarme a mi mismo. La realidad se está volviendo más dura y más dificil, el batallar en silencio ya se hace casi imposible y todo lo que hago se vuelve estéril cuando alguien más perjudica mis planes, ya sea para bien o para mal.

Entonces, me refugio en ese lugar secreto, donde soy yo, donde puedo ser quien realmente soy, sin ataduras ni disfraces, sin credenciales impuestas ni nada por el estilo, sin normas de etiqueta ni leyes impuestas, sin Dios ni diablo, porque ambos soy yo.

Quizás esa paz que necesito, me llegue cuando deje este lugar. Eso creo.

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