Esta canción fue parte del album Innuendo de 1991, cuando ya el estado de Freddie Mercury a causa del VIH estaba más que deteriorado, pero aún así lograron grabar el sencillo antes que muriera ese mismo año.
La primera vez que lo escuché fue justo cuando lanzaron ese disco el 14 de octubre de 1991, justo un mes después de que Carolina Dominguez, mi primer amor de colegio, me enviara a la Friendzone. Desde ese entonces escucho esa canción de Queen, una de mis bandas favoritas, cada vez que fracasaba en alguna relación o era enviado directamente a la Friendzone... y vaya razón que tenía en sus letras. Era una especie de himno que invitaba a levantarme, sacudirme el polvo de la derrota o del fracaso, mirar a la vida a la cara y decirle que a pesar de todo, sigo vivo.
La vida sigue, apesar de que alguien muere. El mundo sigue girando y quienes estamos en pie todavía, debemos seguir con nuestro show. También cuando los caminos se separan o cuando tienes que dejar un lugar o abandonar un proyecto. El show debe seguir, no puede parar, hay que levantarse frente a la pérdida, la derrota o el fracaso. Nada está perdido, a menos que tú, en tu conciencia, lo des por perdido.
Sigue adelante.
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