martes, 15 de enero de 2019

Si, Estoy Loco

Anoche, aburrido en la casa, luego de ordenar y hacer los deberes que me quedaban, puse Netflix y la primera película que lanzó el menú fue una Chilena: No Estoy Loca, de Nicolás Lopez con Paz Bascuñan en el rol protagónico.

La película en sí es como las weas, lenta, plana y típica de las de Lopez: problemas de gente común y corriente pero sufridas por gente ABC1, con acciones y soluciones de gente ABC1, como queriendo hacernos creer que todos estamos bien gozando de un excelente bienestar, cuando los hechos dicen todo lo contrario y resultados que cualquiera puede encontrar en libros como "Tus Zonas Erróneas" del Dr. Wayne W. Dyer, (que recomiendo a ojos cerrados. Es el mejor libro de autoayuda) creyendo que han redescubierto el fuego o están reinventando la rueda.

Al ver la trama, comencé a adentrarme en el personaje de Carola (Paz Bascuñan) y ver las conversaciones que tenía con el siquiatra, me recordó muchas veces a mí mismo dando consejos u orientando a los demás, pero incapaz de resolver los míos propios. Cuando terminó, me di cuenta que el personaje principal tiene los mismos dramas que uno. Verla en pantalla fue simplemente mirarme al espejo. Si bien soy hombre, coincidí con ella en muchas de las conclusiones a las que llegaba cada vez que el siquiatra la hacía pensar acerca de sus actos y de como se comportan los demás para con uno. Darte cuenta que durante mucho tiempo viviste una locura tratando de complacer a otros, que desde antes de que uno naciera, ya tenían proyectos para ti, ya habían decidido tu vida sin siquiera saber si ibas a vivir o no. ¡Tanto tiempo preocupado de agradar a otros, que al final nunca me ocupé de agradarme a mi mismo! ¡Tanto tiempo buscando la aprobación del resto, siendo que el resto jamás queda conforme, que nunca es suficiente y al final eso termina pasandome la cuenta!

Por otro lado y revisando mi historia, siempre he sido loco. A veces histriónico, otras veces depresivo, otras veces agresivo pero mayoritariamente tratando de controlar a los demonios que hay en mi cabeza. Cuando llegué a la media, comencé a ser yo mismo, con mi forma de ser: alegre, enamoradizo, romántico, animado pero sin dejar de ser responsable, asumiendo mis tareas y labores, pero también integrandome a esta sociedad, a la vez, darme cuenta que la gente a mi alrededor estaba tanto o más loca que yo.

Pero una frase me quedó dando vueltas en la cabeza y no se me quita: "Solo los cuerdos somos capaces de reconocer nuestra locura". Pensando y analizando el significado de dicha frase, me he dado cuenta de que vivimos en una eterna locura, más preocupados por "lo que va a pasar", en "como llamar la atención", en "que cosa nueva adquirir" y como asegurarnos un buen bienestar cuando lleguemos a viejos (si es que llegamos), pero jamás nos hemos detenido a pensar o a dimensionar esta locura que vivimos sin darnos cuenta. Una rutina autómata, con trabajos, palabras, actos y una larga serie de eventos que vamos agregando a este tremendo algoritmo llamado vida, con subrutinas que no te dan espacio para nada. Estamos condicionados socialmente a comportarnos de cierta manera, con tal de "encajar" en esta tremenda maquinaria llamada "sociedad" y si no lo hacemos, nos tachan de "Locos". Vivimos en una loca sociedad.

Finalmente, y parafraseando a Carola, SI, ESTOY LOCO . He hecho tantas locuras, he seguido a otros en las suyas, me metí en problemas por mis locuras, cantar donde no se debe, gritar lo que siento en medio del metro en hora peak, ser políticamente incorrecto, jugar como niño chico, reirme de cada cosa, haberme caido y levantado una y otra vez y darme cuenta que estoy vivo aún a pesar de esas cosas, es señal de que estoy loco.

SI, ESTOY LOCO. Estoy consciente de ello y aprendí a convivir con esta locura, una locura bien entrete, una locura divertida, una locura que me llena de vida y que al final del día, me deja esa sensación de que ese día no pasó en vano. Esta locura de pensar en alguien que me odia, pero aún así siento cariño por ella, en perdonar a mi ex por el daño que me hizo, perdonar a quienes en su tiempo me lastimaron sin pensar en las consecuencias futuras, en tomar yo mismo las riendas de mi vida, en ver que es lo mejor para mí, hacer lo que me gusta e incluso disfrutar un whisky al final del día, me hace mucho mejor.

SI, ESTOY LOCO, lo reconozco y lo admito... y me siento feliz de serlo.





No hay comentarios.:

Publicar un comentario