Una lástima que tenga que empezar el año en el blog de recuerdos y reflexiones con algo que me da un poco de rabia y pena a la vez. Todo por una publicación que realicé en el face del liceo, donde mandé el link del vídeo del curso que hicimos en el 94, hecho con toda la buena intención del mundo y un "documental de chiripa", en el que nos vimos con unas cuantas décadas menos y por ende también un testimonio fílmico de como eran las cosas en el siglo pasado.
Un comentario en el grupo del curso, y un posterior e infantil bloqueo, fueron los causantes de esta reflexión que con mucha pena tengo que redactar.
No comprendo, como a pesar de haber pasado tantos años, aún hayan recuerdos que molesten a algunos, solo porque les recuerda algunos malos momentos o que hayan tenido una infancia o juventud cargada de problemas. Yo también los tuve. Mi infancia no fue una infancia "muy feliz" que digamos, sino que la de un chico de población promedio, en una época para algunos zurdos de mierda "oscura" pero para mí no exenta de momentos felices, en donde a pesar de mis carencias, dificultades y dramas, aún pude disfrutarla. También tuve una adolescencia dificil, pero no exenta de momentos felices.
Si hay cosas que no supero, por ejemplo Carla, el bullying recibido o esa parte del vídeo que publiqué en Youtube que de solo verla me cago de la risa pero a la vez me averguenza en buen modo, bueno, las dejo a un lado y sigo adelante.
"Es que no todos pensamos como tú" dirán algunos. Sí, eso es verdad, no todos piensan como yo, pero esa no es la idea de esta columna. Cada uno sabe como supera los problemas o cura las heridas del pasado. Tengan en cuenta que la vida gira y no para. Tengo ahora 46 años y no estoy en planes de odiar, tanto a personas como hechos pasados.
Lo hecho, hecho está y en el pasado se debe quedar. Las heridas se curan, el dolor pasa y se escribe una nueva historia, aún si los actores son los mismos, pero todo cambia. La vida continúa, y si me quedé con cara de pensativo, es precisamente el análisis de todo esto.
Las cosas se aclaran, se cierran capítulos (aún si es a la fuerza) y solo dejar los gratos momentos vividos en aquellos años, los que deben importar, los lindos recuerdos son el tesoro que nos llevamos en nuestros corazones y es lo que nos anima a seguir viviendo, aún ahora en que se vislumbran tormentas en el camino.
Las cosas se superan y punto. Si algo de mis escritos, o el vídeo te trajo algún mal recuerdo, considera esto: es la imagen de donde y como empezaste y cuando te mires al espejo, te sentirás orgullosa de lo que lograste hasta ahora. Yo lo hago todos los días, aún si no he logrado nada de lo que me propuse. Es la razón de ser, del porqué estoy en esta lucha por ser una mejor persona cada día. Eso sí, yo no cambio por nadie, porque de ser así, me estaría mintiendo a mi mismo.
No reniegues nunca de lo que pasaste o de quien fuiste. Si cometiste errores, bueno, así aprendiste. Lo mismo va para mí que a veces me hago caso o doy consejos que no sigo.
